Civila nació en un momento de incertidumbre, inspirado en mi gata que adopté de la calle cuando era bebé y llegó a mi vida en el momento justo. Decidí llamarla Civila porque me gusta poner nombres fuera de lo común; este nombre nació literalmente jugando con palabras que comienzan con la letra C, algo muy inusual. Esa inspiración me llevó a crear un emprendimiento que reflejara mi pasión por la costura. Opté por especializarme en ropa interior y lencería, un nicho con gran potencial económico y creativo.
Para dar forma a este sueño, realicé un curso de costura enfocado en prendas íntimas. Comencé de a poco, comprando insumos y confeccionando distintas piezas para perfeccionar cada detalle. Este proceso me permitió no solo mejorar técnicamente, sino también entender la importancia de la calidad y el diseño en cada prenda.
Cuando llegó el momento de crear la marca, buscaba un nombre original que representara la esencia de las prendas: creatividad, poder y confianza. Al observar a mi gata, me inspiré en su silueta, su caminar y su actitud segura. Civila simboliza esa fuerza y elegancia innatas, y se convirtió en el nombre perfecto para transmitir ese mensaje.
Civila no es solo una marca de lencería, sino un paso fundamental para cambiar la percepción de la ropa interior. Quiero que deje de ser algo elegido apresuradamente o sin sentido y se transforme en una elección consciente y significativa. Al igual que elegimos nuestro outfit para una salida especial, la lencería debe reflejar amor propio y comodidad.
Con Civila, buscamos que cada mujer se sienta poderosa y segura, como una gata: dueña de su cuerpo, de su estilo y de su esencia.
Elegir Civila es elegir sentirse única, cómoda y fuerte desde adentro hacia afuera. 🖤